Corría el curso 1846 cuando, a raíz de Plan de Instrucción Pública de 1836 y el Plan Pidal de 1845, se inaugura en Málaga en Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, situado en la calle Gaona, en un edificio desamortizado años atrás a la congregación de los padres filipenses.
Con dicho nombre continuó hasta que en el año 1901, mediante en Real Decreto, el instituto pasó a denominarse, como todos los institutos existentes en España, Instituto General y Técnico. Con esta medida se pretendió la fusión del bachillerato con las enseñanzas técnicas de grado medio (lo que actualmente equivaldría a la formación profesional).
En el año 1942, tras la inauguración de los institutos de Antequera (1928) y Ronda (1933), el Instituto General y Técnico se divide administrativamente en dos: el «masculino» y el «femenino».
Es muy probable que el 8 de octubre este mismo año de 1942 (coincidiendo con la coronación canónica de la Virgen de la Victoria) el instituto «masculino» adquiere el nombre de «Nuestra Señora de la Victoria»; en los libros de actas de claustro, en la primera en la que aparece ya este nombre sería en un acta de 1944. En el año de 1957 el instituto «femenino» es nombrado como «Vicente Espinel».
Durante el año 1961, por razones de espacio, el Instituto Nuestra Señora de la Victoria (el «masculino») es trasladado desde la calle Gaona a su actual ubicación, en el barrio de Martiricos. Como ocurriese en algunas otras provincias de España, es el instituto matriz, el más antiguo desde un punto de vista administrativo, el que abandona el edificio original en busca de nueva ubicación.
El edificio
El edificio al que se traslada es, por sí mismo y por su diseño original, de un valor de primer orden dentro del patrimonio arquitectónico de la ciudad. Es obra de Miguel Fisac Serna (1913-2006) un arquitecto preocupado por igual por la innovación que por la habitabilidad y la estética de sus obras que, además, encajaban perfectamente en el paisaje donde se construían. Cierto es también que las sucesivas ampliaciones han desvirtuado su proyecto inicial, pero aún así se adivina su originalidad y su modelo constructivo.
El diseño del edificio “supuso un verdadero avance conceptual” en la arquitectura malagueña del final de la década de los años cincuenta “y un ensayo de las fórmulas después masivamente aplicadas por su autor”.
Podemos encontrar nuestro edificio en diversas publicaciones como, por ejemplo, en la Enciclopedia del Arte de Andalucía. También se puede encontrar en webs especializadas en arte, como por ejemplo:
La antigua capilla
El lugar más singular del edificio construido por Fisac es, sin lugar a dudas, la antigua capilla. Con una única torre que tensiona su arquitectura, se trata de un excepcional ejemplo de la arquitectura española del siglo XX.
Ya en el día de su inauguración, cuenta el diario SUR, las autoridades se detuvieron especialmente en “el salón de actos-capilla, pieza maestra de esta obra del ilustre arquitecto español don Miguel Fisac, con la que desarrolla su teoría de la pared dinámica como medio de elevación espiritual al Altísimo”. Efectivamente, la iglesia es un ejemplo de “espacio dinámico”, el primero realizado por Fisac. Rompió con el concepto tradicional del templo, generando una asimetría que se hace notar especialmente en la prolongación del muro derecho que envuelve por detrás el altar y que se resuelve con este amplísimo vano que parece esconderse en todo el alzado y que dota al recinto de una espectacular luminosidad.
La biblioteca
El fondo antiguo de la biblioteca del IES Nuestra Señora de la Victoria lo integran miles de títulos y son herencia de la que fuera Biblioteca Provincial de Málaga desde el año 1895, cuando el centro se encontraba en el noble edificio de la calle Gaona; aunque sabemos que ya en 1866 era la biblioteca pública más importante de la ciudad. Entre 1919 y 1924 fue su bibliotecario el poeta Salvador Rueda. El resultado es que hoy en los estantes de la biblioteca del Instituto, junto al fondo más reciente y de uso por los escolares, seguimos conservando ejemplares editados desde el siglo XVIII. Estos fondos incluyen además algunos títulos de publicaciones nacionales y extranjeras de singular valor, impresas en el siglo XIX. Más de veinte mil volúmenes integran la totalidad de sus fondos, algo inusual en cualquier biblioteca escolar.
El museo de historia natural
Sin duda, la joya de la corona patrimonial de Martiricos lo constituye el “museo de Ciencias Naturales”, en la práctica el primer museo de la historia de la ciudad. En un espacio recientemente habilitado se expone al visitante una atractiva colección de especies animales que fueron engrosando los fondos del llamado en sus orígenes Gabinete de Historia Natural, mediado el siglo XIX, cuando por disposición gubernamental se encomendaba a los catedráticos de Historia Natural la obligación de incorporar al mismo las especies propias de su ámbito provincia. El centro dispuso durante años, como todos los centros de su época, de su propio taxidermista hasta que a finales del mencionado siglo se suprimió su plaza. Su conservación desde entonces sólo la ha podido asegurar el buen hacer de algunos profesores del centro, en particular del catedrático Antonio Acosta y el trabajo inestimable del ornitólogo Manuel Garrido Sánchez que también ha publicado diversos estudios sobre su historia y contenidos. De cuáles eran sus fondos en el año 1882 conservamos referencia en un excelente catálogo relacionado por el catedrático Cesáreo Martínez Aguirre, que luego completara el también catedrático y director del centro en los años anteriores a la Segunda República, Luis Muñoz-Cobo Arredondo.
Se trata, como bien dice Garrido, de un museo irrepetible no sólo por el carácter de sus fondos, sino por la imposibilidad de crear nuevos museos de Ciencias Naturales atendiendo a la legislación vigente en materia de especies protegidas. Si a ello añadimos la importancia de contar con ejemplares hoy en grave peligro de extinción, la excepcionalidad del museo queda confirmada. El grueso de la colección está formada por aves, pero algunos de los mamíferos incluidos, un cocodrilo entre los reptiles y algunos peces exóticos completan las “estrellas” de una colección zoológica extraordinaria.
El archivo histórico
En el año 1961 el instituto Nuestra Señora de la Victoria abandona su antigua sede en la céntrica calle Gaona para ubicase de manera definitiva en el modernista edificio del barrio de Martiricos. Con él se traslada la mayor parte del archivo del Instituto Provincial de Málaga, desde su inauguración en 1846 hasta ese mismo curso de 1961.
En el instituto Vicente Espinel quedará la mayor parte del archivo del antiguo colegio de naútica de San Telmo y la documentación generada por el instituto femenino, junto con algún que otro documento que se tuvo que olvidar en tan ajetreados días.
En este archivo cuenta con gran parte de la documentación administrativa que se fue generando sobre el alumnado desde el inicio del instituto. Sobre todo a partir de 1870.
Gracias a la inestimable labor de los historiadores Víctor Heredia y José Francisco Jiménez (este último alumno y posterior profesor del instituto de Martiricos), se ha ido clasificando esta documentación, a la vez que se ha encontrado una inmensidad de documentación de gran valor histórico. Como lo son los suplicatorios, exámenes de ingreso y expedientes de personajes de la talla de Pablo Ruiz Picasso, Vicente Aleixandre, Severo Ochoa, Emilio Prados, José María Hinojosa, José Moreno Villa, Salvador Rueda, José Antonio Muñoz Rojas…
Todo un tesoro archivístico que conservamos con orgullo.
Información y contacto
IES Nuestra Señora de la Victoria (Martiricos)
Paseo de Martiricos 11, 29009, Málaga
Teléfono: 951298502 / 697951993 Fax: 951298508
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